- Cerca de 600 agentes, corredores y profesionales del sector se han dado cita en el Congreso de Mediadores 2022 clausurado el pasado viernes
- “Los Colegios reúnen todas las características para cumplir un papel de leales colaboradores en la construcción del sector asegurador”
Javier Barbera, presidente del Consejo General, se muestra optimista con respecto al futuro de la mediación. Así lo ha puesto de manifiesto durante el discurso de clausura del Congreso de Mediadores 2022.
“Creo que tenemos suficientes motivos para ver el futuro con esperanza. Claro que no podemos olvidar las amenazas que traban todos los días nuestra actividad: avalancha normativa; competencia desleal de la banca; preocupante descenso del nivel de muchos de nuestros interlocutores en las compañías y rotación excesiva de personas de atención; asunción de trabajos que no nos corresponden; acoso a la pequeña y mediana empresa o descenso del nivel de formación, entre otras. Pero, a pesar de todo, estamos en un buen momento, lleno de incertidumbres que no van a desaparecer, pero que sí pueden gestionarse”.
El Congreso, que ha reunido en Valencia a cerca de 600 agentes, corredores y profesionales del sector, ha confirmado que los Colegios de Mediadores están plenamente arraigados en la actividad del sector asegurador. “Los colegios de mediadores reúnen por implantación geográfica, capacidad de adaptación y prestación de servicios todas las características objetivas para cumplir un papel de leales colaboradores en la construcción del sector asegurador”, ha remarcado Barberá durante su intervención.
Para el presidente de los mediadores, los Colegios “son una realidad pujante y activa que demuestra su capacidad para coexistir y mantener la colaboración con empresas, administraciones y asociaciones en todo tipo de circunstancias, incluso, en las más adversas, como hemos comprobado en los recientes desastres naturales”.
Durante dos días, el Congreso de Mediadores ha recogido la opinión, experiencia y conocimientos de más de una veintena de expertos y profesionales dejando claramente manifiesto, la importancia de las personas y del factor humano en un contexto global de creciente complejidad y competencia.
Un contexto en el que “la única forma de conseguir mejoras permanentes de la competitividad es mediante el incremento del valor que podemos añadir a nuestra actividad, así, como de la capacidad de nuestros negocios para asimilar tecnología y ponerla al servicio del cliente y de productos innovadores”, ha señalado Barberá.